“Más entretenida que magistral” sostiene Ocaña. Y lleva razón. “Los siete magníficos” no es una obra maestra. Y no lo es porque ni Sturges es un genio ni su peli soportaría ningún hipotético careo con westerns que sí lo son como “El hombre que mató a Liberty Valance”, “Hasta que llegó su hora” o “Grupo salvaje”. Por citar algunos.
Aún así, “Los siete magníficos” es -a mi juicio- una buena peli. No esperéis, por consiguiente, que sea precisamente yo quien me preste a sacarle los colores. Como podéis comprobar, ya ha habido otros que lo han hecho con el suficiente celo. Mi propósito, en cambio, es argumentar -o apuntar, al menos- las razones que me han llevado a otorgarle siete merecidas estrellas a esta peli. Como no podía ser de otra manera, son siete:
1.- El reparto: Constituye, sin lugar a dudas, un auténtico lujazo ver reunidos en una peli a un repóker de ases como el que configuran Brynner, McQueen, Bronson, Coburn y Wallach. Sobre todo, Brynner. Un actor capaz de merendarse la pantalla con una sola mirada.
2.- La banda sonora de Bernstein. Una verdadera pasada. Junto a la música que compuso Morricone para los eurowesterns de Leone, la crème de la crème del género.
3.- Los diálogos: Pocas veces escucharemos en un western semejante recital de frases lapidarias. Mi preferida, sin duda, ésta: "He trabajado para hombres que me daban mucho... pero jamás he trabajado para alguien que me lo diera todo".
4.- La fotografía: Sencillamente, espléndida. Un par de ojos en la cara es todo cuanto se necesita para poder apreciarla en su justa medida.
5.- Su rol histórico: No hace falta ser ningún lumbrera para corroborar que la peli de Sturges preludia, de alguna manera, ese nuevo western que desarrollarán con mucho mayor talento y convicción Leone y Peckinpah. Parece ser, incluso, que “Los siete magníficos” constituyó el espaldarazo definitivo para que Leone se decidiera a rodar su legendaria trilogía del dólar.
6.- El entretenimiento: Quizás no sea una peli redonda ni profunda, de acuerdo, pero entretiene un montón. Y eso es incuestionable.
7.- Sus consecuencias: Si “Los siete magníficos” ha servido para que un solo cinéfilo se interese por la filmografía de Kurosawa, la razón de ser de esta peli ya está suficientemente justificada. Y, no sé por qué, sospecho que más de uno y más de dos habrán llegado a Kurosawa a través de Sturges… o Leone ¿Me equivoco?
Taylor
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