AMANTES DE ULTRATUMBA BY MARIO CAIANO (1965) LATINO
Mario Caiano, Fabio De Agostini
Ennio Morricone
Enzo Barboni
Cinematografica Emmeci
Antes que nada, aviso para navegantes. Al tratarse de uno de esos títulos míticos del cine de terror italiano de los años 60, me precipité sobre el BlueRay babeando, sin tomar la precaución de mirar antes la contraportada del estuche. Craso error. A ver, la copia es impoluta, mantiene ese diáfano B&N tan hermoso de esas películas, el sonido es correcto, pero... ¡No hay subtítulos! ¡Y no es la versión original italiana! O te atizas el doblaje inglés, o bien puedes optar por el doblaje español... de Puerto Rico. No sabía dónde meterme. Opté al fin por el doblaje sudamericano, encomendándome a los lejanos días de mi adolescencia cuando veíamos todas las series de la tele dobladas en Puerto Rico. En fin... Que cada uno opte por lo que le dé la gana. Vamos a lo que importa. Como escribía hace poco de Los largos cabellos de la muerte, hasta un inútil como Antonio Margheriti consiguió hacer una buena película dentro de ese ciclo irrepetible de películas góticas. En Amantes de ultratumba, el inútil de turno es Mario Caiano, un tipo que le daba a todo con un desparpajo y una cara dura de antología. Tocó todos los palos: western (Las pistolas no discuten), péplum (Ulises contra Hércules), aventuras (El capitán intrépido), espionaje jambesbondesco (Los espías matan en silencio), giallo (El ojo del laberinto), poliziesco (Nápoles dispara)... No continuaré para no agobiaros. Pese a su empecinada maldad, su única incursión en el terror gótico se salda con un apreciable balance positivo. Dejando aparte la endeblez del guión (principal defecto del ciclo ), Amantes de ultratumba está rodada con suntuosos movimientos de cámara, una excelente fotografía de Enzo Barboni (futuro E.B. Clucher, perpetrador de la saga Trinidad), una dosificada gestión de la intriga y la tensión, una hermosa banda sonora de, cómo no, Ennio Morricone, y la participación de la turbadora Barbara Steele, con su cara de... vicio, por así decirlo, auténtica musa del ciclo, reina del chillido y la perversión, capaz de animar cualquier película por mediocre que sea. Anotemos, de propina, la participación de la sin par Helga Liné, otro mito erótico del cine de terror, si buen aquí, ay, no enseña nada. El resultado final, como ya he dicho, es muy positivo y, pese al horroroso doblaje, te zambulles en la narración a los pocos minutos de iniciada la reproducción. Queremos más. Queremos recuperar más joyas. Necesitamos en vena El molino de las mujeres de piedra, o bien La frusta e il corpo... Para ir abriendo boca...
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